Súbete Al tejado, eres bienvenid@, y más si traes cerveza!
☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆☆
martes, 28 de enero de 2014
Fechar, "El Principio del Fin"
No se como lo veréis los demás, pero desde mi punto de vista, hay situaciones en las cuales es correcto que se imponga una fecha, y en otras, en las que es totalmente desacertado.
Repito, es mi más humilde opinión.
Pongamos unos ejemplos claros.
Un arquetipo al cual atribuír una efeméride es el caso de un parto, pues todos nacemos, y todos morimos.
Se podría decir que tenemos fecha de caducidad, algo irremediable, pero todos tenemos un principio, y un fin.
Otro paradigma es el de un acontecimiento histórico. A pesar de que, volviendo a lo mismo, un suceso que marca la historia y al mundo, también tiene un principio y un final, aunque algunas veces es únicamente fruto de una única fecha, porque enfoca más un espacio que un tiempo determinado.
Pero vayamos al centro de mi atención, de mi debate interno y motivo de ésta entrada:
Las fechas de las relaciones.
Todos hemos sido jóvenes, y hemos hecho verdaderas absurdeces por las primeras mujeres de nuestras vidas.
El que menos de todos nosotros ha tallado en un árbol (o entre diversas cosas) nuestro nombre junto al de la persona amada, un corazón, y una fecha.
Ésa fecha que representa el inicio de un nuevo amor.
Pero hay que pararse a pensar, que todo principio, tiene un final, y que igual, ya no somos tan jóvenes.
Asi que si queréis mantener algo hasta la eternidad, lo primero de todo, luchar por ello a muerte, mas nunca os rindáis, y tercero, no marquéis nada que queráis mantener con el sello del tiempo, haced que sea lo más atemporal posible, y solo así, llegará a ser por siempre.
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)

